La mujer en todas sus etapas pasa por muchos cambios. Las jovencitas se transforman en mujeres y maduran física y sexualmente, necesitan cuidados médicos adicionales (médicos, obstetras y, o ginecólogos especializados en medicina del adolescente) para tratar diferentes aspectos.
Tanto la visita inicial, como las posteriores anuales de control, tienen como propósito fomentar la buena salud mediante pruebas de detección de problemas en las adolescentes y ayudando a mantener abiertas las líneas de comunicación en cuanto al cuidado de la salud entre el médico, los padres y la jovencita. Las adolescentes sexualmente activas necesitarán exámenes adicionales, entre los que se incluyen un tacto vaginal y pruebas para la detección de enfermedades de transmisión sexual. Muchos de los trastornos que afectan la salud ginecológica, reproductiva y sexual pueden detectarse de manera precoz, lo que, en la mayoría de los casos, resulta en un pronóstico más positivo y en un tratamiento más exitoso.
Existen muchos trastornos ginecológicos y menstruales que afectan a las adolescentes y que requieren cuidado médico por parte un profesional del cuidado de la salud.
Sea cual sea tu edad, si has mantenido relaciones sexuales como o no, es importante que si sientes alguna molestia (picor, dolor al orinar, escozor, flujo más abundante, etc.) acudas a tu ginecólogo para determinar la causa de estas alteraciones.
Sentir picor, ardor al orinar, escozor o inflamación alrededor de la vagina o tienes dolor cuando mantienes relaciones sexuales, puede deberse a una infección vaginal.
No te asustes, es algo muy común entre las mujeres y pueden tener un origen muy diverso:
- relaciones sexuales.
- exceso de humedad en la zona vaginal.
- el consumo de antibióticos.
- un uso excesivo de toallas sanitarias.
- el propio sudor.
- hongos.
- infecciones de transmisión sexual. etc.
Si presentas alguno de estos síntomas o molestias, no lo dudes en consultar con un ginecólogo