Es muy común que tanto médicos como personas ajenas al área de la medicina ofrezcan algún remedio infalible que les ayudó muchísimo a tratar alguna lesión en la piel.
Tal es el caso de estas pomadas tan populares que contienen la mezcla de tres medicamentos: un corticosteroide (de la familia de la cortisona), un antibiótico y un antimicótico. Pero ¿realmente son así de maravillosas? Para saberlo, contactamos a la Dra. Rossana Bernés Flores, dermatóloga pediátrica certificada quien nos compartió un interesante y más completo panorama a fin de comprender mejor cómo se relaciona esto con la piel.
Antes que nada, es importante destacar -como bien lo señaló la especialista- que la piel es la primera barrera de defensa del cuerpo, pero no es únicamente una capa de cuero que aísla el interior; sus capas y componentes estructurales ejercen un complejo mecanismo protector tanto físico, como bioquímico y biológico. “El pH, los lípidos, las células del sistema inmune que cuidan como centinelas esperando agentes patógenos, el pigmento, las uniones entre las células e incluso la flora bacteriana que normalmente habita en ella, funcionan armónicamente brindándonos protección. Mantener esta armonía es vital para el correcto funcionamiento.” –comentó.
La Dermatóloga pediátrica Dra. Rossana Bernés Flores, que brinda atención a padecimientos como
Acné, Dermatitis Atópica y seborreica, Psoriasis, Vitíligo, Urticaria y Hemangiomas, entre otras muchas afecciones, abundó que una lesión en la piel puede originarse por muchos motivos: alergias, neoplasias, infecciones por hongos, virus o bacterias, parásitos, mutaciones genéticas que afectan el pigmento, las uniones celulares; reacciones por procesos infecciosos pasados, estímulos mecánicos, inflamación y una gran lista de etcéteras. “Los hongos –comentó- ocasionan menos del 25% de las enfermedades cutáneas, una cifra nada despreciable, pero mucho menos significativa que el grueso 75% restante; es decir, no todas las lesiones que salen en la piel son ocasionadas por hongos, mucho menos por bacterias, y más anecdótica que excepcionalmente son causadas por la combinación de ambos. Sabiendo esto ¿para qué nos serviría una pomada que junta un antibiótico (medicamento contra las bacterias) y un antimicótico (medicamento contra los hongos)? Así es, para nada.”
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios al que queremos lograr. Por ejemplo: controla los síntomas del resfriado (escurrimiento nasal, lagrimeo de ojos…) pero también da sueño. El sueño sería el efecto secundario.
La experta en dermatología pediátrica Rossana Bernés Flores mencionó también que los corticosteroides son una variedad de hormonas, las cuales se producen de forma normal en nuestras glándulas suprarrenales. Tienen efectos beneficiosos en algunas enfermedades, principalmente las de tipo inflamatorio, ya que ayudan a modular la respuesta del sistema inmune, que es el encargado de detonar la inflamación. Es importante centrar nuestra atención en lo delicado que es esta injerencia:
“¿Qué pasaría si se suprime de más el sistema de defensas (inmunológico)? Es por eso que, como todo medicamento, su uso debe ser cuidadoso, dirigido y vigilado por un médico especializado en su manejo.”-aclaró.
Cuando se toman estos medicamentos y se formulan para su uso tópico (untado sobre la piel), pueden pertenecer a siete diferentes clases de acuerdo a su “potencia” de acción: la clase 1 es la súper potente y la clase 7 la más suave. El corticoide contenido en estas pomadas, generalmente suele ser de clase intermedia a súper potente, lo que quiere decir que su acción será prácticamente inmediata, pero también sus efectos secundarios son más aparatosos y dependientes del tiempo de aplicación.
Asimismo, la especialista en el cuidado de la piel sostuvo que si se usan indiscriminadamente o por periodos largos (así sea de forma intermitente), sus efectos sobre la piel incluyen la inactivación del sistema inmune, haciéndola más propensa a infecciones por virus, bacterias u hongos; evita que se produzca colágeno, haciéndola más delgada y frágil, estimula la salida de pelo grueso en donde sólo debe haber vello, produce acné, ocasiona estrías, manchas, flacidez y arrugas.
Pero como se absorben hacia el resto del cuerpo a través de la piel, también pueden provocar inmunosupresión, diabetes, osteoporosis, detención del crecimiento en niños y alteraciones menstruales. “El síndrome de Cushing es una de las manifestaciones más aparatosas, ya que es una afección de todo el cuerpo desencadena” –concluyó.
La Dra. Rossana Bernés Flores es dermatóloga pediátrica certificada por el Consejo Mexicano de Dermatología y por el Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría. Además, es miembro del Colegio Mexicano de Dermatología Pediátrica, de la Society for Pediatric Dermatology, del Colegio de Pediatras de Yucatán y del Colegio Ibero-Latino Americano de Dermatología. Su consultorio #517 está ubicado en el Hospital Star Médica, calle 26 No. 199, entre 15 y 7 Col. Altabrisa, en Mérida, Yucatán.
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