En la primera entrevista televisiva desde las elecciones del pasado día 3, el presidente estadunidense, Donald Trump, indicó ayer que no reconocerá su derrota ante el demócrata Joe Biden ni abandonará su teoría de conspiración sobre el fraude electoral masivo.
Mientras, Wisconsin concluyó el recuento de votos de los comicios y confirmó la victoria de Biden, en tanto la Suprema Corte de Pensilvania rechazó el sábado por la noche una demanda que exigía anular los votos por correo o invalidar todos los sufragios y dejar en manos de los legisladores del estado la elección del vencedor en Pensilvania, en nuevos reveses para Trump.
“No me harán cambiar de opinión”, sostuvo Trump ante la entrevistadora Maria Bartiromo, de la cadena Fox News.
Al hacer caso omiso de los límites entre su despacho y los sistemas judicial y policial estadunidenses, Trump se quejó de que el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaciones no le estaban ayudando.
El mandatario preguntó si la Suprema Corte alguna vez escuchará un caso que refleje sus acusaciones infundadas de fraude electoral.
Biden, en tanto, continuó sus preparativos para asumir el poder y anunció que el equipo de comunicaciones de la Casa Blanca estará compuesto exclusivamente por mujeres, por primera vez en la historia del país.
El equipo estará encabezado por Kate Bedinfield, quien ocupará el cargo de directora de comunicaciones de la Casa Blanca, y Jen Psaki, portavoz demócrata durante mucho tiempo, será la secretaria de prensa del futuro mandatario.
Neera Tandem irá a la dirección de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, según una fuente que solicitó el anonimato.
Las tres son veteranas del gobierno de Barack Obama. Bedingfield fue directora de comunicaciones de Biden cuando éste era vicepresidente; Psaki también estuvo al frente de esa área en la Casa Blanca y fue portavoz en el Departamento de Estado, y Tanden fue asesora de la secretaria de Salud y Servicios Humanos y contribuyó a elaborar la Ley de Salud Asequible.
Por la tarde se informó que el demócrata se torció el tobillo mientras jugaba con uno de sus perros. Se le diagnosticó “un esguince”.