Este martes 4 de enero, nuestro planeta alcanzará una distancia mínima de 147 millones de kilómetros respecto al Sol.
A este fenómeno que ocurre cada año, se le llama perihelio, por lo que la Tierra acelera al máximo su velocidad, suficiente para que, en vez de desplazarse a la velocidad media de 107,280 kilómetros por hora, acelere hasta alcanzar la máxima de 110,700 kilómetros por hora.
Aunque este aumento de la velocidad terrestre es imperceptible para los seres vivos que habitamos en ella, durante el perihelio, la luz solar reflejada sobre la Tierra es un 7 % más intensa que en el afelio. Este fenómeno también provoca que las estaciones actuales (el invierno boreal y el verano austral) tengan una duración 4.7 días menor que las estaciones que ocurren en julio, durante el afelio.
Los efectos del perihelio sobre la vida en la Tierra son mínimos y en su lugar, las principales variables meteorológicas se deben a las estaciones del año, provocadas por la inclinación de 23.5º en el eje de rotación terrestre.
Gracias a la astrofísica sabemos que la órbita que describe la Tierra alrededor del Sol, es de 930 millones de kilómetros. Si se realizan los cálculos pertinentes entonces obtenemos que la velocidad media de traslación es de 107,280 kilómetros por hora. De esta manera, cuadra con los 365 días con casi 6 horas que tarda el planeta en completar un giro alrededor de su estrella huésped.