Auténticos extorsionadores apuntalan la versión falsa que se ha difundido con gran amplitud y mucho dinero, fabricada por la fiscalía de Luis Saidén Ojeda que buscaba involucrar a policías municipales de Mérida en la muerte de un joven veracruzano ocurrida en circunstancias aún no aclaradas.
El sonado asunto surge como escándalo cuando la madre del joven muerto, denuncia que su hijo le dijo que habría sido golpeado, torturado y violado por policías, siendo que esta versión no era la originalmente denunciada por su vástago quien ante las autoridades revela que fueron agentes con uniformes negros, usando un vehículo del mismo color y franjas doradas o amarillas, además de que él identifica a sus agresores por los apellidos que llevan en sus uniformes. Nada de esto coincide con la versión que ha hecho circular Saidén Ojeda con la evidente intención de no involucrar a sus policías. Y así le pareció al juez que ventila el caso.
A los uniformados municipales se les vincula porque ellos deuvieron al ahora occiso cuando agredió a un taxista en la zona del parque de San Juan, como aparece en varias videograbaciones. Y se les acusa porque en varios vídeos entregados por la misma corporación municipal, se comportan con excesivo uso de la fuerza a la hora de detenerlo, llevarlo y bajarlo a la celda.
Sin embargo, los 4 agentes municipales originalmente acusados fueron liberados y no imputados por un juez, quien tras revisar los vídeos de los hechos, incluso los que muestran cómo bajan a la cárcel al detenido, resolvió que tales excesos no fueron causal suficiente para mantenerlos presos como culpables de las acusaciones que se investigan. Sobretodo, porque en esos mismos vídeos se aprecia cómo el joven se incorpora, se recupera de los efectos de algún enervante, recibe comida tres veces y finalmente sale libre, plenamente recuperado y sin dolencias o molestias que se le manifiesten o se le noten al abandonar la cárcel.
Sin embargo, ha comenzado a surgir una nueva y documentada versión —más apegada a la realidad— que explicaría quiénes habrían sido los autores de la golpiza que luego terminó en la muerte del infortunado muchacho, pero poco se ha replicado en los medios de comunicación usualmente controlados por el PRI, por Morena y ahora financiados por el gobierno de Yucatán.
Por si el caso no fuera complejo, desde el principio un abogado de escasa solvencia moral y nula honestidad —propietario de una funeraria—, encuentra “un filón de oro” y se le une a la madre del joven fallecido como su “desinteresado defensor”, quien habría convencido a esta señora que se le podría sacar mucho dinero al Ayuntamiento como indemnizacion. Las ligas de este oscuro licenciado con un senador priísta de voluminosa figura, parecen ser el timón que conduce hasta ahora esa nave, financiando esta trama tan escandalosa.
Este mismo politico del partido tricolor, a la postre adversario perdedor de la alcaldía de Mérida, enfila sus baterías contra Renán Barrera, presidente municipal y como si fuera parte interesada del caso, se ofrece como financiero y patrocinador de un viaje a la ciudad de México de la madre del joven, a la que le costea todos sus gasitos para que ella lleve el caso ante los medios nacionales, además de hacerle llegar su denuncia a la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por si faltara echarle más leña al fuego, se involucró por arte de magia un fracasado “comediante” quien representa los intereses del oportunista senador del PRI pero se camuflagea negándolo. Su papel, el mismo que lleva desde años atrás sin ningún éxito, es denostar al alcalde de Mérida y apuntalar la versión falsa que se ha difundido.
No obstante, este mismo personaje venido a menos, matizó sus abruptas acusaciones cuando se enteró que el fallecido veracruzano habría identificado a sus agresores y que éstos no son precisamente los policías municipales, como se ha tergiversado en este sonado suceso.