Integrantes de al menos ocho comunidades mayas realizaron una protesta en la zona arqueológica de Chichén Itzá para denunciar presuntas omisiones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la protección, conservación y recuperación del patrimonio arqueológico en distintas regiones de Yucatán.
De acuerdo con los manifestantes, más de 100 personas acudieron al sitio para señalar que el INAH habría permitido la afectación de vestigios arqueológicos en el sitio conocido como Tzemé, ubicado en el municipio de Kinchil. Indicaron que una empresa privada realizó obras a corta distancia de la pirámide principal, lo que habría provocado daños al patrimonio prehispánico.
Los inconformes señalaron que, ante estos hechos, el INAH únicamente colocó un sello de suspensión de obra y, según afirmaron, reconoció haber otorgado previamente el visto bueno a los trabajos. No obstante, la institución habría informado que actualmente se lleva a cabo una investigación interna sobre el caso.
Asimismo, habitantes de la comunidad de Santa María Chí denunciaron la destrucción de basamentos y vestigios arqueológicos en la localidad de San Nicolás, sin que, aseguran, se hayan implementado acciones de rescate o protección. De acuerdo con los pobladores, la respuesta del INAH ha sido que los daños ocurrieron hace varios años, argumento que consideran insuficiente para justificar la falta de intervención.
En la manifestación participaron representantes de las comunidades de Dzitnup, Ixil, Kinchil, Molas, Santa María Chí, Sisal, Caucel y Yaxkukul, quienes colocaron una corona fúnebre de manera simbólica en la entrada de la zona arqueológica de Chichén Itzá, como señal de protesta por lo que consideran el abandono del patrimonio cultural maya.
Tras concluir la movilización, las comunidades acordaron continuar con la organización conjunta y fortalecer acciones para la defensa de su territorio, su identidad y el patrimonio arqueológico que consideran parte fundamental de su historia y cultura.

