Mientras la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informa que Yucatán es el Estado más afectado en la Península con 8 fallecimientos por COVID -19, 48 contagios y  2 casos sospechosos, el Gobernador del Estado, Mauricio Vila Dosal, guarda silencio absoluto respecto de la situación latente en el CERESO de Mérida.

Vila Dosal no ha emitido declaración alguna sobre las medidas que se están tomando o prevén tomar ante el aumento de fallecimientos y contagios por COVID-19 al interior del CERESO de Mérida, dejando en estado vulnerable a la población en riesgo que se encuentra recluida en dicho lugar.

También ha guardado silencio, sobre el alto grado de vulnerabilidad en el que se encuentran los reos que forman parte de la población en riesgo frente a esta enfermedad.

Sin embargo, ha trascendido, que el desdén a dicho tema tiene su origen por en una fuerte vinculación del líder estatal con determinado grupo empresarial en el Estado, al que le conviene que los derechos humanos de los presos en condiciones vulnerables sigan siendo atropellados.

Lo cierto es, que los intereses económicos y políticos del Gobernador están claramente por encima de los derechos humanos de las personas vulnerables, las cifras ahí están, 8 fallecimientos y contagios en aumento, y el Gobierno estatal brilla por su ausencia.