El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia, en una nueva medida de presión a Moscú por la invasión a Ucrania.
“Significa que el petróleo ruso no será aceptado en puertos de Estados Unidos “, dijo Biden en una intervención en la Casa Blanca, donde afirmó que esta medida tiene el apoyo tanto del Partido Demócrata como del Republicano.
La prohibición a las importaciones energéticas de Rusia, uno de los mayores productores globales, es solo por parte de Estados Unidos, ya que los aliados europeos, mucho más dependientes de la energía rusa, mostraron sus reticencias al respecto.
“Somos exportador neto de energía, por lo que podemos tomar un paso que otros no pueden, pero estamos trabajando de cerca con Europa y nuestros socios para desarrollar una estrategia más a largo plazo para reducir la dependencia de la energía rusa”, agregó Biden.
Pese a estas palabras, Biden reconoció en su alocución que “defender la democracia” ante la invasión rusa de Ucrania va a suponer “costos” para los estadounidenses, en referencia al notable aumento del precio del combustible registrado en los últimos días.
“Defender la democracia va a implicar costos, y nos va a suponer costos a nosotros también”, avisó.
Adelantó que va a hacer todo lo posible para minimizar el incremento de los precios de la energía en EEUU.
Biden enumeró una serie de medidas que su Gobierno ha adoptado con este fin, en coordinación con los aliados, como la liberación de 60 millones de barriles de crudo de las reservas conjuntas de petróleo, y advirtió a las compañías petroleras de que no tolerará que se beneficien de la situación actual inflando precios.